PornoSemana 2025-02
AUTOCUIDADO
Al
finalizar se sonríe a sí misma en el espejo y se da un pellizco travieso en el
pezón... Esto no lo incluye en sus clases, aunque podría asegurar que más de
una de sus alumnas también lo hace o, al menos, algo bastante similar.
Repite
el proceso en el seno contrario, con el pequeño pellizco incluido.
Suspira
y se dedica una nueva sonrisa.
Baja
su ropa interior de encaje color vino por sus piernas... Siempre le ha gustado
verse con esa prenda; de hecho sólo la usa para sí misma.
Se
sienta en el piso y, tal cual suele enseñarle a sus alumnas, abre las piernas
ante el espejo, se permite un momento para rozar sus vellos con los dedos y,
como suele decirle a sus alumnas, se pregunta quién habrá sido EL idiota que
relacionó erróneamente el depilado a la higiene.
Sí;
subraya el “EL” para sí misma como suele subrayárselo a sus alumnas; porque
está segura que fue un varón cisgénero y heterosexual (y hasta podría jurar que
blanco y viejo)...
Por
eso le molesta tanto el sólo tener alumnas; desmitificar el cuerpo y la
sexualidad pasa, necesariamente, por enseñar a los varones, sobre todo a los
más jóvenes, las verdades femeninas sobre el cuerpo femenino.
Y
así fue al principio, recuerda; su clase empezó siendo para todos los alumnos y
todas las alumnas del 3er grado de la secundaria... No duró ni un bimestre
cuando el grupo de “padres de familia”, en el que la inmensa mayoría (casi la
totalidad, de hecho) son en realidad madres de familia, empezó a opinar... Sí;
desmitificar el cuerpo y la sexualidad pasa, también, por enseñar a las mujeres
las verdades femeninas sobre el cuerpo femenino.
Ese
fue el argumento con el que, al final, lograron convencer al grupo de “padres
de familia” para que permitieran que la clase (obligatoria en el plan de
estudios oficial) se impartiera, cuando menos, a las alumnas.
Con
un además descarta esos pensamientos; no es este un momento para pensar en sus
alumnas, en los varones jóvenes de la secundaria ni, mucho menos, en las madres
del grupo de “padres de familia”.
Examina
su vulva en el espejo, como suele enseñarle a sus alumnas; los labios, el
clítoris, el capuchón, la entrada a la vagina y hasta el perineo. Enciende la
lámpara de su teléfono para observar mejor en busca de algún cambio; se alegra
de no encontrar nada.
Se sonríe a sí misma y se lleva los dedos a la boca; humedeciéndolos... De esto no ha hablado con sus alumnas... Todavía; ya llegarán al capítulo sobre masturbación.
Mario
Stalin Rodríguez
Etiquetas: 12 Uvas, Entrada programada, off topic, tratado sobre la necedad
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